Federico plays, La Argentinita sings, and the poem below is beautifully read.
El poeta pide a su amor que le escriba
Amor de mis entrañas, viva muerte
En vano espero tu palabra escrita
Y pienso, con la flor que se marchita,
Que si vivo sin mí quiero perderte.
El aire es inmortal. La piedra inerte.
Ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
La miel helada que la luna vierte.
Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas
Tigre y paloma sobre tu cintura
En duelo de mordiscos y azucenas.
Llena pues de palabras mi locura,
O déjame vivir en mi serena
Noche del alma para siempre oscura.
Axé.
You know: you can only write this poem if you come from a very great tradition; this is one of the symptoms of the true fact that Spanish literature is a great, unknown or insufficiently known literature.